derrumbé el vaso que tenía toda mi alegría guardada en el interior. No sé con qué le golpeé pero todo se derramó, todo hasta quedarse sin una gota. En aquel momento quise morir, no sentía nada, solamente ganas de llorar. Comencé a gritar, me derrumbé por completo, pero la alegría no volvía. Creo que el dueño de mi alegría que cada día llenaba el vaso eras tú, era el que me miraba con esos ojitos misteriosos que tanto me gustaban, eran esos besos mañaneros que me dabas al despertar que tanto me gustaban & ese lunar que te identificaba & que siempre besaba al pasar por tu ombligo.
Eras tú el que tantos sueños creó para mí & el que tantas caricias inventó para darme. Siento que las estrellas del cielo se han ido, ahora todo está nublado, ahora ya no sale el sol, el que antes nos despertaba golpeando con sus enormes rayos en los ventanales, ahora, ahora ya no hay nada que pueda hacerme feliz, todo se apagó de mí, mi sonrisa, la luz de mis ojos, el brillo de mi pelo, mis andares...
ahora ya nada guía mis pasos
Precioso texto y preciosos comentarios me gusta tu blog y te sigo . saludos
ResponderEliminarmuxisimas gracias a mi tambien me encanta el tuyo!
ResponderEliminarun beso! y yo tambien te sigo